Buscando otras cosas por la Red me he dado de bruces con la noticia de que el último fabricante español de estilográficas inició el pasado mes de mayo un expediente de regulación de empleo con la intención de reducir su plantilla en un 28 %. Mala cosa para los trabajadores en primer lugar, por supuesto, pero también para los que amamos la escritura, porque siempre son una mala noticia los problemas de un fabricante de plumas. La cuestión parece que se ha complicado aún más, ya que en otra noticia leo sobre la sospecha de que la empresa ponga en venta los terrenos de su fábrica de Barcelona. Además, la web del grupo no parece estar accesible más allá de su página de inicio.
Es posible que muchos de los que pasáis por aquí no tengáis un especial aprecio por la marca española; sin embargo, he de reconocer que yo tengo siento por ella una cierta afinidad. Además, creo que sus piezas mantienen una magnífica relación calidad-precio y que si de escribir a diario se trata, el plumín de acero inoxidable de Inoxcrom es suave como ninguno, con un grosor de trazo perfecto para mí en su tamaño M y con un flujo de tinta que en ningún caso te hace acordarte del fabricante y su familia. Son plumas humildes, robustas y con un diseño meditado. Quizás se haga de menos en el catálogo de la marca algunos modelos de calidad media-alta y alta, ya que en esa gama sólo puede encontrarse el Sirocco o la serie dedicada a Audrey Hepburn.
En fin, que Inoxcrom pasa por algunos problemillas y yo -me pongo egoísta- todavía no he encontrado la ocasión de hacerme con la Wall Street Titanium y la Sirocco.