
No hace mucho leí que en el periodo de entreguerras se contaban hasta 160 empresas vinculadas al mundo de la pluma fuente en la región de Turín, lo que nos puede ayudar a comprender lo que es la fabricación de plumas en el país trasalpino. De aquella edad de oro de la estilográfica italiana quedan en la actualidad unas pocas marcas (Montegrappa, OMAS, Lalex y Aurora, si no me equivoco), aunque es necesario tener en cuenta el resurgir de la estilográfica italiana a partir de los años 80 con un buen número de fabricantes (Tibaldi, Visconti, Stipula, etcétera) que han sabido aplicar arriesgados diseños a estos instrumentos de escritura orientados no ya al gran público, sino a un comprador de alto poder adquisitivo o al coleccionista, como lo demuestra la proliferación de series limitadas que ofrecen la mayoría de las marcas italianas actuales.
En este panorama, marcas como Aurora, sobre todo, o también Lalex, aunque en menor medida, parecen no haber querido renuciar al usuario medio y en sus catálogos podemos encontrar estilográficas para diferentes gustos, situaciones y posibilidades económicas medias, siempre con un toque italiano en la base.Personalmente, tengo debilidad por estas empresas que no renuncian a la esencia de la estilográfica, que no es otra que su uso para escribir cada día, frente a empresas que dejándose llevar por el signo de los tiempos asumen que la pluma ya no tiene sitio en nuestro mundo si no es como objeto de lujo, ostentación o, en ocasiones, de inversión.
Comentarios
En cuanto a los objetos de lujo, ya lo hablamos con las plumas maki-e, algunas dejan de ser objetos de escritura para convertirse en objetos de exposición. Personalmente ahora que me voy a comprar otra pluma, busco que tenga algo diferente, sea distinta, pero por encima de todo debe de ser un objeto de escritura que poder llevar encima todos los días, sin esto la pluma carece de sentido.