Desde hace algo más de dos años vengo usando la estilográfica a diario. Antes me había dejado ganar por el "lado oscuro" y mi escritura se apoyaba el roller barato, preferentemente Pilot, pero no recuerdo muy bien por qué, un día limpié y cargué una de mis viejas plumas y me di cuenta de que el placer que se obtiene usándolas no puede ser igualado por ningún otro instrumento.
En estos dos años de mi nueva etapa como usuario de la pluma me he dado cuenta de que su uso es tremendamente contagioso. Los amigos, los compañeros de trabajo te ven escribir con pluma e inmediatamente se lanzan a rebuscar entre sus cajones para sacar al aire las suyas. Ya sé que es un chiste fácil, pero no puedo evitar pensar que esto de sacar la pluma es como lo de "salir del armario": uno se atreve y otros en similares circunstancias se dan cuenta de que es tan fácil como decidirse a dar el paso. Debiéramos acuñar, por tanto, los amantes de la estilográfica un nuevo sintagma que nos identificara, algo así como "salir del cajón".
Pero el contagio también ha llegado a una parte del alumnado que, orgulloso, muestra la pluma de la comunión recuperada también del cajón como seña de identidad diferenciadora frente a la enorme y aplastante mayoría de bolígrafos y rollers.
Sin duda perderemos la batalla, mas la lucha está presentada. Que nadie crea que los adictos a la pluma nos rendiremos sin oponer resistencia. Hemos sido capaces de salir de nuestro cajón y no nos devolverán a él sin batallar.
Technorati Tags: escritura, pluma, estilografica, fountainpen, pen, writting, lapicera, penna, stylo
En estos dos años de mi nueva etapa como usuario de la pluma me he dado cuenta de que su uso es tremendamente contagioso. Los amigos, los compañeros de trabajo te ven escribir con pluma e inmediatamente se lanzan a rebuscar entre sus cajones para sacar al aire las suyas. Ya sé que es un chiste fácil, pero no puedo evitar pensar que esto de sacar la pluma es como lo de "salir del armario": uno se atreve y otros en similares circunstancias se dan cuenta de que es tan fácil como decidirse a dar el paso. Debiéramos acuñar, por tanto, los amantes de la estilográfica un nuevo sintagma que nos identificara, algo así como "salir del cajón".
- Oye, ¿y tú cuándo saliste del cajón?El caso es que en esta mi nueva etapa de noviazgo con la estilográfica siento que he contagiado el virus a muchas personas. Casi sin darme cuenta, la sala de profesores de mi instituto se ha llenado de estilográficas y no es raro ver por allí una mano que empuñe una Montegrappa, otra que responde al reto con una Edson y un buen número de manos espectadoras que asisten al espectáculo con sus Parker 21, sus Pelikan o sus Waterman. Incluso pudimos contar un día con una Montblanc 100 Años que, por supuesto, ocupó el puesto de árbitro de la disputa, dado su riguroso color negro.
- Uff.
- ¿Te costó mucho decidirte? ¿Cómo fue recibida tu decisión? ¿Por qué lo hiciste?
Pero el contagio también ha llegado a una parte del alumnado que, orgulloso, muestra la pluma de la comunión recuperada también del cajón como seña de identidad diferenciadora frente a la enorme y aplastante mayoría de bolígrafos y rollers.
Sin duda perderemos la batalla, mas la lucha está presentada. Que nadie crea que los adictos a la pluma nos rendiremos sin oponer resistencia. Hemos sido capaces de salir de nuestro cajón y no nos devolverán a él sin batallar.
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Comentarios
Que así sea, pues. Por mucho tiempo.
Cordialmente,
Sainte-Colombe
Desde principios de curso veía a un compañero de clase de la universidad escribir con pluma. Cada día traía una diferente, y poco a poco fui interesándome por aquel mundo extraño para mí (nunca había tenido una estilográfica :) y por aquellos instrumentos tan llamativos.
Al final acabé dejándole caer a mi novia que por mi cumpleaños me gustaría que me regalaran una pluma, y con una Inoxcrom Zeppelin Flash empezó todo.
Y después de haber usado varias plumas durante un tiempo, ayer hice por primera vez un examen con pluma :)
Ha sido a raiz de un "trabajo" para una Comunidad Autonoma por el que nos han regalado una Waterman Exception a mis compañeros y a mi. Mis compañeros dicen que vaya mierda de pago. Yo la he guardado en plan Gollum.
A partir de ahi me he hecho de diferentes maneras (herencias y ebay) y sin esperarlo con 2 Parker 51 (una de ellas Vacumatic), una Waterman 32 (flipante), una Lamy 27 y una Sheaffer 304.
Y ahora voy a curro con la Sheaffer, sencilla pero efectiva, utilizandola para todo papel que se ponga por delante y para firmar mis informes.
Asi que digamos, que si, que he salido del cajon.
A ver si tengo 5 min. y me registro que tienes un sitio muy majete.
Saludos.
en cierta medida tiene su lógica. Ahora más que nunca la palabra escrita está despersonalizada por el uso del ordenador, Times New Roman, 12 pt ¿verdad?
Al lado opuesto el instrumento de escritura que más personaliza: la estilográfica.
Eso explicaría "el boom" de la pluma desde los noventa en adelante. Paradójicamente, paralelo a la profusión del ordenador e internet.
Saludos. Fabicicleta.
Antes de las vacaciones de verano me dediqué hacer limpieza del cajón de la mesita de noche (el mal llamado baúl de los recuerdos...) y cual es mi sorpresa, la de encontrar la estilográfica de mi abuelo (una SPECIAL 21) ésta deteriorada del saquito por el paso del tiempo y una Parker Vector (Regalo de mi antiguo trabajo intacta en su caja).
Sin más fuí a la papelería que tengo debajo de casa y compré los cartuchos de la Parker y...comenzó un idilio entre la estilografica y yo y por lo que concierne a la SPECIAL 21 hace cuatro días que la retiré de una tienda emblemática de la ciudad de Barcelona en materia de estilográficas realizando así su reparación y puesta a punto para ser utilizada.
Ahora ellas y yo somos inseparables. NO ESTÁS SOLO YO TAMBIÉN HE SALIDO DEL CAJÓN!!!
Intento, por todos los medios, que cunda el ejemplo en mi entorno inmediato: me dejo ver con mis Inoxcrom Sirocco, Inoxcrom WallStreet Acero, incluso con mi OMAS 545, casi todas negras (soy un clasicómano empedernido) pero nadie se suma al arte.
También les puse a la vista mis dos Waterman, la vieja Kultur con la que empecé y una Phileas. Incluso un día quise poner a prueba el autismo de mis compañeros y me planté en una reunión con la joya de la corona -una Montblanc Meinsterstuck 149- y, salvo una mirada furtiva de mi Jefa de Estudios, nada de nada.
Seguiré, no obstante, intentándolo. No en vano los amantes de las estilográficas somos gente perseverante y romántica; nos atraen los casos perdidos.
Por cierto, el simil que planteas me parece acertadísimo, porque salimos del armario y aceptamos ante los demas que... tenemos pluma, y nos sentimos orgullosos de ello.
Saludos.