
La primera vez que se entra en la categoría dedicada a las estilográficas en
eBay se te ponen los ojos como platos. Decenas de piezas de marcas de prestigio como Montblanc, Parker o Dupont se ofrecen a precios irrisorios. El primer pensamiento es que se ha dado con el paraíso terrenal -virtual, más bien-, el segundo es que se ha entrado en la cueva de Alí Babá y el tercero, el más acertado, es que no todo el monte puede ser orégano y que aquello es la tierra de la mixtificación y la falsedad.
Sin duda es necesario ir con pies de plomo al caminar por los senderos de la puja y asegurarse muy bien por qué instrumento se está compitiendo, leer detenidamente el texto de los anuncios, observar las fotografías y comprobar la credibilidad del vendedor y los comentarios que los compradores han dejado sobre él. Solamente después de todo eso debiéramos decidirnos a la persecución de esa pluma que nos ha llamado, que pide a gritos que la compremos.
A pesar de todas las precauciones que tomemos, debemos tener en cuenta que con ciertas piezas siempre estaremos expuestos a la compra de una de esas magníficas falsificaciones que existen en la actualidad, sobre todo si nuestro objeto de deseo es uno de los modelos de moda en la actualidad: las Boheme, Meisterstuck o cualquiera de las series limitadas de Montblanc, las Dupont o la Parker Sonnet, por citar solamente algunos ejemplos.
Al hilo de la Parker Sonnet localicé ayer mismo dos magníficos artículos que tratan la cuestión de la falsificación de este modelo de Parker. No tienen desperdicio y recomiendo su lectura detenida, sobre todo si se pretende comprar esta pieza en el mercado de segunda mano:
La falsificación en el mundo de la estilográfica es una actividad que existe desde siempre, aunque desde mi modesto entender debería distinguirse entre réplica o falsificación e imitación. En el primer caso se trata de copiar un determinado modelo con la intención de engañar al comprador o de que éste engañe a terceros, mientras que la imitación es la acción que encontramos en aquellos fabricantes que intentan reproducir los diseños y construcciones de otras marcas, pero firmando sus obras, de modo que nadie se lleve a completo engaño. El primer caso es el que encontramos en las actuales falsificaciones -normalmente de origen oriental- de plumas de precio elevado, mientras que el segundo podemos encontrarlo en muchos de los fabricantes locales de los años 50, 60 y 70, como sucedió en España con plumas como la Soffer 31, por ejemplo, que imitaban la apariencia externa de la Parker 21 pero dejando muy claro el nombre del fabricante en el grabado de la base del capuchón.
Comentarios
Lo que comentas de eBay creo que puede ser peligroso si no se tiene en cuenta que el precio de un objeto es lo que pujas por él más los costes de envío y hay que luchar contra esa tendencia inconsciente a olvidarnos de los últimos o a pensar que nos van a cobrar lo que de verdad vale enviar la pieza por correo, ya que es en ese dinero mediante el que muchos vendedores establecen el fijo de su ganancia.